Ante este modelo de Balenciaga, uno no puede dejar de preguntarse acerca de la personalidad de quien en su día lo vistió, dotándole de vida, de movimiento y dejando tras de sí una estela de elegancia y de absoluta feminidad.
Photo: A. De Francisco
Atemporal y mágico. Tienes toda la razón, maestro. Muero de envidia
RépondreSupprimer